¿A qué le temes?
No temas al discurso del alumno, porque sus palabras son parte de tu cultivo,
no temas a su crítica, porque su cuestionamiento es el fruto de tu formación acertada, de tus inquietudes sembradas; y su irreverencia, se requiere.
Un día un estudiante me dijo "le voy a callar la boca". Desde ese momento sentí que lo había logrado.
No es viejo quien sueña y disfruta de las utopías, porque ellas y ellos son colágeno para nuestra mente.
No nos asustemos por las arrugas de nuestra piel ni las cenizas en nuestro pelo,
temamos cuando nuestra mente deje de soñar sin importar la edad.
por : Maestro