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miércoles, 31 de agosto de 2022
sábado, 27 de agosto de 2022
¿Por qué es tan difícil ser humilde?
"Un gran hombre siempre está dispuesto a ser pequeño". Ralph Waldo Emerson
Es posible que algunas personas clasifiquen a la humildad entre los diversos valores que le permitirían al ser humano una convivencia sana y armoniosa, es también posible que otras personas la consideren simplemente una actitud muy personal, muy cercana de darse o no darse en cada individuo, dependiendo de su personalidad.
Desde lo espiritual y hasta desde lo religioso, la humildad es una especie de condición de la virtud del ser humano, una exigencia del condicionamiento para estar en gracia con Dios o con la misma paz interna de cada persona y con los demás.
Es muy probable que la axiología sustente con argumentos muy fuertes, que se trata de uno de los valores más determinantes de la vida en sociedad, de la integridad del ser humano y de la armonía social.
Habrá entonces en la sociedad, personas humildes y personas que no lo son, aunque la sociedad en general, consideren a la humildad, como una característica esencial de la persona íntegra, capaz de lograr el éxito y sostenerse en lo exitoso, ser aceptado, respetado y hasta modelo de persona para los demás.
Entonces, si la humildad tiene que ver con todas estas buenas prácticas, ¿por qué es tan difícil ser humilde?
Existen personas que aún viven confundidas en su concepción de humildad, al sesgarla exclusivamente a razones de tipo económicas. No es cierto que el adinerado necesariamente por su condición económica sea una persona carente de humildad o viceversa. La humildad está más cerca del altruismo natural y desinteresado de cada individuo. No es humilde el que regala un pan a una persona necesitada o una fuerte suma de dinero a quien lo requiera, si internamente la duda por hacerlo se apodera de él. La humildad, no está solamente en la acción, sino que ella debe estar acompañada de sinceridad, de desprendimiento, cuando se realiza la acción porque así lo siente, y eso no se reduce solamente a las acciones “filantrópicas”, sino a todas las acciones del hombre al momento de interactuar.
Humildad es no sentirse más que otro, no considerar haber “bajado”, cuando retorno a mis inicios, es compartir con todos como todos, es sentarme a la mesa a reír, llorar, debatir, y escucharnos entre todos, pero de una manera sincera, la humildad no es hipocresía, es lealtad con los demás y conmigo mismo, es no sentirme menos, porque me integro con el obrero, con el campesino, con el estudiante, con el reciclador en sus actividades diarias. Pero si a todo eso decimos “si” y aceptamos estar de acuerdo, ¿por qué es tan difícil ser humilde?
Es probable que la respuesta a esta pregunta, la intentemos encontrar desde diferentes perspectivas, no obstante, es bien cierto que el tipo de educación que recibimos desde los inicios de nuestro proceso de socialización en el hogar, la escuela, la universidad, en fin la sociedad en general tenga mucho que ver con la respuesta, aunque también depende de cada individuo que siga considerando a la humildad como el más preciado de los valores del ser humano, pero si eso es así, ¿por qué es tan difícil ser humilde?
Decimos muchos que ser humilde es reconocer nuestros defectos, errores, logros y virtudes por igual, es no obsesionarse con el poder, la fama, el dinero, los aplausos, lo que piensan los otros sobre mi. No obstante, nos encontramos a la humildad enmascarada, cuando aparentamos o fingimos ser humildes, en ocasiones hasta hacemos público nuestros defectos, pero no existe un verdadero reconocimiento, jamás cedemos y seguimos siendo el verdadero "yo". Actuamos en nombre de la humildad, pero nuestro corazón no nos acompaña en la tarea. Y me sigo preguntando:¿Por qué es tan difícil ser humilde?
Por Maestro.
viernes, 17 de junio de 2022
La dinámica debe ser juvenil
Es lo más normal del mundo disfrutar de las mieles de la juventud: la diversión, el deporte, la música, la irreverencia, etc. no obstante, es importante comprender, que este momento de la vida, también tiene responsabilidades, sobre todo de tipo social.
La juventud es sinónimo de dinamismo, de innovación, de una fuente permanente de propuestas, de cambio, de una retórica nutrida de nuevos conceptos, acompañados todos de acciones, que en algunas ocasiones no son muy pertinentes, pero al fin y al cabo acciones; por lo menos, de esa manera pienso yo debería ser el papel de la juventud en su desempeño social, cultural y laboral.
Se inunda mi corazón de tristeza, cuando estos jóvenes, de los que la sociedad espera proyectos, ideas novedosas y acciones puntuales, solo se quedan en la mera lamentación, en la crítica incompleta y navegan en un lago de aguas mansas, donde la dinámica sigue siendo establecida por aquellos que combaten ahora contra el color cenizo de sus cabelleras, aquellos que lo dieron todo en su momento, pero que esperan con una angustia el relevo histórico que por dialéctica se debe dar, porque siguen pensando en un futuro garantizado para los que vienen. En sus corazones nunca hubo espacio para el egoísmo.
Preocupa de los jóvenes la irreverencia poco fundamentada de algunas de sus posturas y acciones, la anarquía en la que se quedan sus propuestas, la subestimación que hacen de todo lo que que la sociedad ha establecido como leyes, el irrespeto y hasta el discurso de los que apenas llegando al campo laboral ya están hablando de la pensión, dejando atrás eso que mencionábamos anteriormente como su verdadera función, su compromiso.
Es urgente que los jóvenes asuman su papel histórico con la cultura, con la ciencia, con la intelectualidad, con la política, con los compromisos laborales que adquieran y que la sociedad requiere y, que el cambio de lo que ya ellos y la realidad misma considera retrógrado y anquilosado, lo propongan ellos mismos, y sean ellos los que acompañen sus propuestas de cambio con acciones en donde cumplan un papel protagónico y determinante.
lunes, 11 de abril de 2022
Poesía popular
20 versos y una
sola mentira
La mentira es
indignante,
Por “piadosa”
que esta sea
Presente está en
las tareas
Socialmente muy
frustrante
Universo
impresionante
Del humano en
sus acciones
Miente el niño en
pretensiones
Miente el joven,
miente el viejo
El embuste más
añejo,
Lo vemo en las
elecciones.
La mentira es el
“arte”
Pa algunos
“profesionales”
Quienes mienten
a raudales
En su afán de
conquistarte
En su labor de
atraparte
Surge el guiño
seductor
Del discurso
engañador
Del Don Juan empedernido
Del político
fluido
Demagogo
embaucador.
Maestro